Colmillos, de Salvador Macip y Sebastiá Roig

Buenos días, amigos.

Hoy os traigo un título al que le tenía ganas desde hace tiempo y que a pesar de que no ha sido lo que me esperaba, ha resultado una lectura entretenida.  Colmillos (Ullals en la edición catalana) es una novela escrita a cuatro manos por Salvador Macip y Sebastiá Roig, la cual fue ganadora del premio Joaquim Ruyra 2010 y que si todo sale según lo previsto, tendrá su versión cinematográfica de manos de ESCAC Producciones.

Nada más empezar  con la lectura, conoceremos a Vicent. Nuestro protagonista podría definirse como un gilipollas integral, el típico niño rico que no respeta a nada ni a nadie. Sus continuos excesos y su comportamiento ha colmado la paciencia de sus padres, quienes intentan meterlo en cintura, sin conseguirlo.

Son varios los internados y campamentos donde sus padres lo han enviado, sin resultado. El dinero lo compra todo y Vicent pasa por ellos como el que está de vacaciones.

Pero eso va a cambiar en breve. Desesperado, el padre de Vicent lo interna en La Floresta, un campamento perdido en el bosque y dejado de la mano de Dios donde ni el dinero ni las tretas de Vicent surtirán efecto.

Cuando nuestro personaje llega allí, descubrirá que el campamento es más bien un campo de concentración a pequeña escala, donde las estrictas normas, las pésimas condiciones de vida y el personal  que dirige y controla el centro se encargaran de que su estancia se convierta en un infierno. Pronto entenderá que no es más que un prisionero, un recluso haciendo trabajos forzados, privado de libertad y viviendo bajo la continua amenaza de sus captores, quienes no dudaran en aplicar todo tipo de castigos y correctores a aquellos que no sigan sus normas.

Pero aun hay algo más. Un misterio envuelve el lugar. Más allá de las vallas que rodean el centro se alza el bosque, oscuro y amenazante. Y allí, entre la floresta es donde ELLOS acechan. Lo que parecía una estúpida leyenda, un cuento chino, parece hacerse real. ELLOS, unas extrañas criaturas inhumanas y aterradoras, cuyos aullidos suenan cada noche con mayor intensidad. Ojos rojos y brillantes al acecho,  esperando su momento para clavar sus inmensos colmillos en la carne de los que se protegen tras las vallas.

Nada de eso impedirá que Vicent haga todo lo posible por escapar de su cautiverio. El no cree en esas patrañas. Al menos, hasta que estas se muestran reales ante sus ojos y pongan en peligro su vida.

Salvador y Sebastià han sabido tejer una historia atractiva e inquietante. Desde las primeras páginas uno se siente atrapado por el argumento y deseoso de saber más. De descubrir cual es el misterio que hay detrás de la existencia de las criaturas y la razón de ser del centro, de los motivos por el que sus captores actúan como lo hacen. Un ritmo vertiginoso que no decae en ningún momento y que hace que la lectura sea muy entretenida, donde el lector devora páginas sin darse cuenta de ello.

La trama de Colmillos transcurre en un breve espacio de tiempo, apenas una semana.  Cada día  depara una nueva sorpresa y la situación se torna  aun más confusa y asfixiante a medida que vamos descubriendo nuevos datos de lo que ocurre. Personajes poco definidos, pero no por ello poco interesantes. Los autores han jugado con esa ambigüedad, esa falta de precisión para utilizarla como un elemento más con el que aumentar la intriga, ya que no sabes como va a reaccionar cada uno de ellos en un momento dado y las sorpresas son mayúsculas. Además, el hecho de nombrar a algunos de ellos con esos apodos que Vicent  les adjudica (Clint, Madonna y El Capitán) funciona mejor que cualquier descripción, logrando que los visualicemos a la perfección y no hagamos una idea muy acertada de cada uno de ellos.

Pero la novela también tiene sus cosas negativas y la verdad es que logran dejarte un sabor agridulce, desmereciendo en parte lo que era una lectura estupenda.

El argumento de la novela se basa en una historia real, tomando como base sobre los dramáticos acontecimientos ocurridos en  Sant Llorenç de la Muga  (Girona  2006), pero añadiendo un componente fantástico que le da una vuelta de tuerca.

Y es aquí donde llegan las pegas. La historia del internado, por si misma, vale su peso en oro y da para una buena novela de terror psicológico. Los maltratos, las deprimentes condiciones en las que viven los chicos, la forma en que estos intentan seguir adelante y huir, ya funciona por si sola.  La parte de las criaturas también. El tema de “gente recluida en un lugar aislado y siendo acechados por (inserte aquí el nombre de su criatura favorita: Alienígenas, zombis, monstruos, etc)» siempre resulta  un buen argumento para desarrollar un survival horror en toda regla.

Es en el momento de fusionar ambas premisas donde  las cosas no acaban de cuajar. El planteamiento es bueno y los autores consiguen elaborar unas tramas coherentes y atractivas. Funciona y da mucho juego, logrando llevar al lector de la manita por donde quieren. Pero en el camino, se va perdiendo algo de fuelle y se diluyen algunos puntos que a mi entender, resultan cruciales.

No se deja claro que es lo que buscan los captores, ni cual es su motivación, a pesar de su interés por lo que hay en el rio. No sabemos si el descubrimiento de cierto lugar donde los internos se ven obligados a trabajar y en donde realizan un terrible hallazgo tiene  algún peso real en la obra y alguna función, ya que se nombra y nunca más se sabe de él.  No llegamos a saber en ningún momento que son las criaturas ni de donde vienen. Y lo más llamativo, seguimos siendo incapaces de comprender porque actúan como lo hacen la mayoría de personajes y en especial los vecinos del pueblo, que se quedan simplemente como una anécdota en la que aparecen como una panda de chiflados sin motivo.

Son demasiado interrogantes, demasiadas preguntas sin respuesta y que a mi entender, son fruto de los muchos frentes abiertos al unir dos historias, una “real” y otra fantástica. Muchas cuestiones y poco espacio para poder desarrollarlas, lo que impide la posibilidad de dar respuesta a todas las incógnitas y atar todos los cabos sueltos.  O puede que yo esté equivocado y la intención de los autores fuese justamente esa: El no dar respuestas y mantener el misterio sin resolver. No lo se, pero son cuestiones que personalmente me han dejado con la miel en los labios y que hacen que lo que en conjunto sea una novela excelente, se que de solamente en entretenida.

De todos modos, eso es solo una impresión personal mia que no todo el mundo tiene porqué compartir, por lo que insisto en que sigue siendo una lectura recomendable. La historia tiene miga y esta bien elaborada. El estilo de los autores se complementa estupendamente y su forma de narrar cautiva. La disfrutareis, de verdad. En cuanto a sus fallos, creo que seréis capaces de pasarlos por alto, ya que la historia en general y el modo en que está tratada os dejará satisfechos.

 

Colmillos (Ullals)

Salvador Macip y Sebastiá Roig

Editorial: La Galera

ISBN: 9788424637538

Páginas: 227 pág.

PVP:  16,95€

 

Autor: Athman M. Charles

Pagano y jubilado, montañero retirado, boxeador vapuleado, fotógrafo desenfocado, jugón manco Old School, lector empedernido, juntaletras de medio pelo, casado y con hijos, calvo y barbudo. Legítimo heredero de la Casa de Cal Gallo de Montagut.

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