Cine: Al final de la escalera, de Peter Medak

Una crítica de Marta S. March

Título Original: The Changeling Año: 1979  País: Canadá Duración: 110 minutos
Fecha de estreno USA: 28/03/1980 Director: Peter Medak  Guion: William Gray y Diana Maddox Reparto: George C. Scott, Trish Van Devere, Melvyn Douglas, John Colicos, Jean Marsh, Barry Morse, Madeleine Thornton-Sherwood y Helen Burns.
Tráiler: http://www.youtube.com/watch?v=xTzgXVosQOU

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En mi afán por recuperar los clásicos de siempre, esta semana he dedicado unos maravillosos 107 minutos a disfrutar de Al final de la escalera o cómo se puede encoger al espectador sin efectos especiales digitales.

Últimamente hemos podido ver un resurgir de las historias de casas encantadas y espíritus vengativos. Parecen haber bebido de sus aguas títulos que van des de Poltergeist (1982), The woman in black (1989), The ring (1997), El sexto sentido (1999),  Los otros (2001), Insidius (2010), La maldición de Rookford (2011) hasta Livide (2011).

Quizás si uno toma como referencia la mayoría de las películas no se dará cuenta que el protagonismo femenino es un fenómeno bastante reciente y, a mi modo de ver, un recurso demasiado fácil. George C. Scott, (¿Teléfono rojo?, volamos hacia Moscú, 1964), con una interpretación excelente, transmite sin estridencias y de manera convincente la evolución de su personaje, el compositor John Russell. Russell es un compositor que poco después de perder a su familia en un trágico accidente, se muda a una nueva casa para empezar de cero. Pronto empezaran a sucederse fenómenos inexplicables que llevaran al protagonista a descubrir la presencia fantasmal que habita en esa casa.

En The Changeling, su título original, el director de origen húngaro Peter Medak consigue lo que parece imposible, dotar esta historia de una atmósfera totalmente aterradora con un escenario y una banda sonora sutil y cuidada. Desgraciadamente después de una maravilla como esta, la carrera de Medak sufrió un revés al pasar a ser responsable de películas como Species II (1998).

Al final de la escalera no se nutre de adolescentes de apariencia inocente, ni de sanguinarios asesinos en serie, carece de sustos previsibles y su banda sonora es delicadamente insidiosa. Un argumento claro que se desarrolla de forma ascendente, sin prisa pero sin pausa, y que fuerza un tipo de espectador activo, que trabaje para encajar las pistas. Atmósfera depresiva, inquietante y terrorífica en la que no falta la corruptela, los susurros, las telarañas ni las médiums. A Medak hay que reconocerle el mérito de haber creado una de las escenas más aterradoras de la historia del cine, la protagonista absoluta, una simple pelotita de goma. Con estos elementos, Al final de la escalera se posiciona sin esfuerzo como referente del género de terror.

Todo un clásico que no puede faltar en las estanterías de cualquier coleccionista que se precie. ¡Indispensable!

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Autor: Athman M. Charles

Pagano y jubilado, montañero retirado, boxeador vapuleado, fotógrafo desenfocado, jugón manco Old School, lector empedernido, juntaletras de medio pelo, casado y con hijos, calvo y barbudo. Legítimo heredero de la Casa de Cal Gallo de Montagut.

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